Viajar al Perú es despertar sueños pendientes, es una relación con uno mismo, es adentrarse en 5 mil años de historia viva. Prepara para dominar las olas sobre caballitos de totora, tablas de surf y disfrutar de puestas del sol en oasis con protectoras dunas. En la sierra, el sonido de las quenas en el viento, el aire puro de los Andes y la devoción entre la armonía del hombre con la naturaleza en Machu Picchu. En la selva, el río Amazonas te dará la bienvenida con delfines rosados y te invitará a bailar, un ser libre. Recorrer las regiones del Perú es disfrutar de una gastronomía, única y reconocida en el mundo. Si el corazón te dice que sí, atrévete a visitarlo
Lima respeta su pasado y logra la armonía perfecta entre la tradición y la arquitectura contemporánea. Recorrer sus calles es admirar sus iglesias, sitios arqueológicos y casonas con balcones que conviven con modernos edificios. En 1991, su Centro Histórico fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad: sus monumentos artísticos debían ser protegidos. Lima también es la única capital sudamericana con salida al mar. Sus playas son perfectas para los surfistas y para los niños. También se puede volar en el océano Pacífico. En esta ciudad con linaje, fundada en 1535, la abundancia de productos naturales, la fusión de técnicas y culturas, la creación de siglos en una gastronomía con identidad mestiza. Por la excelente calidad y pasión de los cocineros peruanos, Lima ha sido nombrada Capital Gastronómica de Latinoamérica. Lima, un amor a primera vista para los deseos de vivir una experiencia suelta.
